En 1905 Enrique Bataller (1891-1979), español, de profesión encerador, se radicó en la Argentina. En 1918 en el Seminario de Villa Devoto se casó con M. A. Catalá (1892-1966), ambos nacidos en Terrateig, Valencia, España. En 1925 se radicaron en Ituzaingó en una quinta de su propiedad en 30 de Agosto, Pérez Quintana y Pringles, dedicándose al cultivo de verduras.
En 1940 se mudaron a Olazábal y Vilela y en 1955 dejaron la quinta. Fueron sus hijos: Enrique, Amparo y Dolores quienes asistieron a la Escuela N°13 en Gaona y De la Guitarra y estudiaron con Cleofina Ochoa de Basterretche. Enrique Bataller (h), trabajó en la quinta de verdura de la familia, fue miembro activo de Asociación Pro Autonomía de Ituzaingó hasta lograr la creación del partido, donó documentos e importantes testimonios al Museo Goyaud para la edición de la historia local en fascículos 1997-98 del mensuario Ekos de Ituzaingó, su imagen está en el video documental Ituzaingó al Oeste de Buenos Aires, su voz registrada en el Archivo de la Palabra.
En 1944 se casó con Ana F. Piparola (1925-2000), hija de M. Piparola y Felisa Garoni quienes tuvieron la quinta Los Laureles dedicada al cultivo y explotación de especies, entre otras orégano, romero, tomillo, laurel y salvia verde. El matrimonio Bataller-Piparola tuvo Irene Telma (1945) y Eduardo Enrique (1950) fundador de la empresa Bataller Afilados dedicada al afilado de herramientas para la industria, ambos casados con hijos. María Laura (1880) casada con Daniel Angruso (1978) y sus dos hijos, afectados por la crisis económica agudizada al comienzo del siglo XXI en Argentina, emigraron a España para trabajar en Valencia de, donde habían emigrado sus bisabuelos. Amparo Bataller (1921) se casó Humberto Livolsi socio de Vicente Raspanti en Casa Ofelia dedicada a la comercialización de materiales para la construcción, tuvieron dos hijos, casados con hijos y nietos.